Muchas las empresas se inclinan por la tercerización de la nómina y los Recursos Humanos con el objetivo de volver más ágiles sus procesos y ahorrar costos. La dificultad, no obstante ello, aparece al elegir al proveedor de outsourcing en RRHH más apropiado ante el gran número de propuestas que existen en el mercado.
Un proceso de externalización no consiste sencillamente en confiarle a un proveedor, sino en escoger un socio que acompañe en la gestión de estas labores, haciéndose cargo de su realización y continuidad.
La empresa proveedora de outsourcing debe sobresalir por su tecnología innovadora. Si las aplicaciones del proveedor elegido son inflexibles, cualquier desarrollo de los servicios será compleja, onerosa y, en algunos casos, inviable.
En el momento en que se inicia el proceso de selección del proveedor, las corporaciones tienen que tener estipulados los servicios básicos que desean cubrir. Si la compañía toma la decisión restringiéndose únicamente a las necesidades actuales, podría provocar la necesidad de retroceder y buscar otro proveedor que de respuesta a esas nuevas necesidades.
Las actividades de Recursos Humanos se hallan inevitablemente conectadas a procesos de gestión en el |área contable, financiera, de operaciones y de tecnología. El gestor de tareas de RRH tiene que ofrecer soluciones integrales de administración que cubran la conexión con estas áreas de la organización. En caso contrario, podemos encontrarnos que mejoramos el procedimiento y el coste de las tareas de Recursos Humanos y dificultamos, encarecemos o, incluso, entorpecemos el desarrollo del proceso de otras áreas de la organización. Por lo tanto, al escoger un proveedor debemos garantizar que se podrá integrar con las demás de áreas de la empresa.
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